Repasar un año trabajado
significa volver la vista atrás, para evaluar lo que hemos trabajado, tanto si ha sido bueno o no tanto, comprobar si le hemos puesto corazón.
Si Homero pide a las musas que le inspiren en su camino, el equipo de Pastoral no dejamos guiar por el Espíritu y por el carisma trinitario de nuestro colegio, pues supuesto siguiendo los pasos de Cristo y bajo el manto de la Virgen del Remedio.
A ella nos encomendamos cada comienzo de curso y bajo su protección comenzamos nuestra andadura. Unimos nuestras manos en señal del compromiso que tenemos para trabajar en comunión. Siempre recordando nuestro lema: Unitat + Compromís = Éxit.
Desde el equipo pretendíamos que la pastoral fuese más abierto, más centrifuga, es decir, que partiendo de un núcleo se propagase por todos los campos, materias y equipos del colegio. Nos lo preguntabamos con un gran interrogante que colgamos al comienzo de curso. Lo teníamos todo en nuestras manos gracias a la teoría de las Trobadas de Mestres del curso 2012/13, y lo queríamos afianzar en las que hemos tenido con Vicente durante este año. A Dios se le alaba, no solo con la oración, sino también a través del otro y en el prójimo.
Los tiempos fuertes coinciden siempre con epoca de examenes y evaluaciones; es por ello, que queremos enseñar a nuestros alumnos que tanto el Adviento como la Cuaresma son tiempos para quitarnos el barro tras haber caído, y que si lo hemos hecho, con el barro acumulado nos haremos una vasija para que nos recuerde que tenemos que caminar junto a Dios, que somos frágiles y que tenemos que (con)fiarnos en Él.
El pasado año nos dejaba Nelson Mandela, por lo que le rendimos homenaje en el Día Escolar de la Paz, él que fue un gran instrumento de Paz, de Reconciliación y sobre todo de Perdón.
Con este espíritu empezabamos la Cuaresma, en la que hemos reflexionado sobre temas que acucian a la sociedad del momento, como el terrorismo, la nueva evangelización, los problemas de la mujer, la necesidad de agua en paises en vías de desarrollo, los ancianos, etc. A todos estos temas les dedicamos nuestra oración diaria. Pero, la Cuaresma, sólo tiene razón de ser como camino hacia la Pascua. Con ese espíritu decoramos cruces con flores, para olvidar la pasión y quedarnos con la Cruz, como símbolo de Redención.
Para finalizar hemos vivido un hermoso día de compartir en la Diada Escolar, en la que se nos enseño tanto a profesores como alumnos, que lo importante era ser sembradores, más que recolectores. Cada curso hizo una pequeña evaluación sobre que había significado nuestro lema para ellos: Unitat + Compromís = Éxit.
Tan solo nos queda despedir a nuestros alumn@s mayores. Esperar que se hayan quedado con lo que hemos compartido con ellos, más que enseñarles. Ellos son los que seguirán con el mensaje trinitario fuera del colegio, labor que compartirán con el equipo de profesores que seguimos y seguiremos caminando bajo el mismo proyecto.
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